Pierpaolo Piccioli trabajó entre 1990 y 1999 al lado de María Grazia Chiuri como directores de diseño de la línea de accesorios de Fendi. Tras nueve años en esta firma ambos fueron nombrados en la dirección creativa de Valentino; rol que asumieron en 1999, allí trabajaron como una de las duplas creativas más sólidas del mundo de la moda hasta 2016, cuando a María Grazia la nombraron en la dirección creativa de Dior. En ese momento, Pierpaolo continuó su labor como único director creativo de Valentino.
Pierpaolo Piccioli es, sin duda, uno de los diseñadores contemporáneos italianos más reflexivos y sensibles, capaz de tomar múltiples influencias intelectuales, artísticas y contemporáneas, y llevarlas, desde su interpretación, al mundo de la moda, especialmente, a la alta costura. Stanley Kubrick, Jorge Luis Borges o Francis Bacon, son algunos de los muchos referentes que configuran su mirada y magistral aterrizaje.
Ahora inicia una nueva etapa, fuera de Valentino, firma que llevó siempre un paso más allá, con delicadeza y arrojo. Piccioli tiene una personalidad mesurada y un particular carácter reservado. Siempre ha sido fiel a sus rituales cotidianos, cómo seguir viviendo en su ciudad natal, Nettuno, tomar el tren todos los días en la mañana y dirigirse al Palazzo Mignanelli, corazón de Valentino y lugar donde seguramente lo extrañarán. Ahora, sus rituales seguirán mediados por la moda, eso está claro, el arte y las lecturas de las diferentes corrientes del pensamiento. Aún no ha comunicado si lo hará de manera activa en la dinámica de la industria de la moda, tal y como lo ha hecho en los últimos años. Lo cierto, es que su visión e impronta ya tienen un lugar relevante en la historia de Valentino y de la moda, gracias a su mérito y talento.
Aquí algunos de sus skecths para Valentino, del papel a la realidad: