Nuestro vestuario es una extensión de lo que somos, lo que sentimos, lo que creemos. Es una postura frente al mundo, una expresión de nuestra historia y lo que nos determina de ella. Iris Apfel siempre lo tuvo muy claro, no en vano a medida que corrían los años, todas aquellas experiencias e innumerables contactos culturales, sociales y políticos, dejaron en ella una huella que se tradujo en un sello propio, único y exuberante. Sí, todos aquellos momentos de cercanía con sus clientes, desde presidentes de los Estados Unidos, hasta reconocidos empresarios, fueron solo un pedacito del bagaje que configuró un estilo que capturó a muchos. Sin reglas y con el “más es más” como eslogan, Iris llenó de gracia y color los espacios físicos e intangibles de la moda, el diseño y la cultura pop de nuestros días. Gracias Iris por recordarnos el enorme valor de pensar y ser diferente.
Esta es una breve cronología gráfica de la evolución de su estilo.
La década del cuarenta: traje sastre y piel
El glamour de la década del cincuenta
La diversidad del diseño de la década del sesenta
Los sesenta: prints, pañoletas y gafas de sol
Llegaron los setenta con grandes accesorios y acentos de color
En los setenta se inicia el estilo del «más es más»
Los ochenta y la exuberancia de una década llena de excesos estéticos
En las primeras décadas del siglo XXI la imagen de Iris es un ícono de estilo