EL COLOBRÍ Y EL JARDÍN SECRETO Historia detrás de la Colección Primavera / Verano 2015 de Andrés Pajón

El Jardín Secreto es la forma como cariñosamente, el equipo de la firma Andrés Pajón, se refiere al espacio verde que alberga su nueva tienda. Antes de ocupar este sitio, lo que hoy es el jardín, no era más que un sitio abandonado donde la maleza parecía ganarle la batalla al árbol central. Una vez rediseñado, la vegetación, el prado, las flores y una nueva fuente se encargaron de transformar esta parte de la tienda en el escenario de un sinnúmero de postales, todas made in naturaleza. Los pájaros no tardaron en descubrir el lugar y volverse sus visitantes asiduos; entre ellos, los colibríes, que justamente, motivarían la colección Primavera / Verano 2015, que Andrés Pajón presentó el año pasado en Colombiamoda.

Esta bella especie sería entonces, el principio inspiracional de una historia que le permitió a la firma darle paso a la sutileza, presente en la paleta de colores; pero más aún, incorporada en los diseños. Tal y como los creativos de la marca me lo contaron en julio; su colección explora nuevos largos y volúmenes en muchos de sus trajes, a la vez que recurre a la contraposición de piezas para generar siluetas estructuradas, un aspecto que le brinda un toque inesperado al lenguaje que los caracteriza.

El colibrí y su ritual en torno a las flores generaron los conceptos de una colección, que hoy la firma comparte a través de estas imágenes. Y curiosamente, el cierre de la historia que definió la temporada Primavera / Verano 2015 de Andrés Pajón, también llegaría de la mano de un colibrí, uno de aquellos que diariamente visita el Jardín Secreto. Hace algunos días, mientras volaba, uno de estos pájaros chocó contra el vidrio del balcón y cayó; Andrés se percató de esto, lo recogió, lo tomó entre sus manos y junto a sus compañeros trataron de reanimarlo dándole agua con azúcar. El colibrí permaneció en shock por varias horas, hasta que logró recuperarse y agitar nuevamente sus alas.

Para Andrés, esta escena fue una especie de despedida, real y metafórica, del feliz detonante de su trabajo durante varios meses; la inspiración de ese conjunto de piezas que tan bien homenajearon a este bello pájaro y las flores que él frecuenta.