Black Desert Passion / Una editorial masculina sin el torso desnudo


 

El fotógrafo Sebastián Quintero y el modelo Andrés Isaza se unieron para realizar Black Desert Passion, una editorial masculina en la que ambos nos muestran la versión de un hombre apropiado de los ritmos modernos, que expresa su esencia oriental a través del vestuario.

 

 

Esta editorial es un breve fragmento en la rutina de un personaje, es una historia que se construyó a partir de la unión de las visiones de un fotógrafo y un modelo que creen que la masculinidad se puede expresar mediante narrativas que difieren de las convenciones de nuestro medio y, de paso, por qué no, tomar riesgos.  Quizás, este tipo de apuestas hagan la diferencia y contribuyan a romper el monotemático lenguaje comercial del medio local, que además de encasillar a la mujer, también ha hecho lo propio con la imagen del hombre.

A Dress to Kill entrevistó a Sebastián y Andrés, a propósito de esta editorial.  Aquí sus dos visiones sobre la preproducción de esta idea y sus opiniones sobre el resultado.

 

 

Entrevista a Sebastián Quintero

  • Desde su perspectiva, ¿qué hace interesante a una editorial masculina?

“Todo el mensaje comunicativo que uno quiere construir, el contexto que uno quiere interpretar, las poses y actitudes del modelo.  Todos esos elementos deben crear una armonía entre ellos y construir ese proceso comunicativo que se quiere mostrar desde el principio.  Si uno logra hacer una buena conexión con esos elementos, se pueden lograr imágenes muy interesantes que pueden cautivar al espectador”.

  • Para esta editorial en particular, ¿cuál fue su reto como fotógrafo?

“Teníamos algo muy claro y era que íbamos a trabajar en el agite urbano.  Si bien no era algo que se iba a ver reflejado en las fotos, si teníamos muchos retos; por ejemplo, con el asunto de la logística teníamos que estar pendientes de muchas cosas a la hora de hacer las fotos.  De la gente que pasaba…Cuando uno hace fotos en la calle, hay muchos elementos que son aleatorios, que se salen de las manos y que uno no puede controlar.  Entonces, el mayor reto fue controlar todo ese agite urbano; la seguridad, obviamente, era algo de lo que había que estar pendiente porque estábamos en una zona que tenía mucho tráfico de personas de la calle, entonces había que tener cuidado con todo”.

  • Esto fue un trabajo en equipo, ¿cómo se coordinaron en cuanto a la materialización de la editorial?

“Andrés y yo veníamos hablando desde hace días acerca de lo que queríamos hacer y teníamos algunos referentes acerca de lo que queríamos lograr: de mostrar una parte de Medellín desde la cultura oriental.  Estábamos muy enfocados en eso, en buscar qué parte de Medellín podríamos mostrar que nos diera ese contexto…Entonces fue un asunto de mucha comunicación, de búsqueda, de scouting de locaciones, de scouting de vestuario. Fue todo muy preparado, muy hablado y con algunos punticos de suerte se nos fueron dando las cosas que queríamos”.

  • Para usted, ¿cuáles son las virtudes de Andrés como modelo?

“Una característica muy importante que tiene Andrés es la capacidad de adoptar una actitud y de meterse en un personaje.  A Andrés uno le dice cuál es el referente que tiene que trabajar o cuál es la actitud que va a manejar y él se mete de una en el papel.  Otra cosa es que él propone, porque además sabe de aspectos técnicos y tiene buen bagaje en el asunto de las producciones, sabe qué cosas funcionan o no.  Andrés es muy propositivo en las tomas y eso aporta le un montón a la sesión y a uno como fotógrafo”.

  • De esta sesión, ¿cuál fue la toma sorpresa?

“Algo que me gustó de la serie fue una de las fotos donde Andrés está en movimiento abriendo la capa.  Eso fue algo que no estaba planeado y que surgió en el momento, se quería lograr una pose más dinámica que rompiera un poquito con lo cotidiano de ese personaje y funcionó muy bien.  Por lo general, a veces esas tomas son difíciles de capturar y con esta foto, sorpresivamente, logramos hacer una cosa muy interesante y pienso que funcionó bastante bien”.

  • Sin duda la editorial es una reminiscencia de oriente, ¿por qué escoger este tema?

“¿Por qué lo escogimos?…Obviamente el tema funcionó por la inspiración del modelo, por la inspiración de Andrés.  Él siempre ha sido un modelo orientado al tema de la cultura oriental.  Y por qué no darle esa fuerza a un modelo que tiene ese perfil.  Por qué no mostrar a una Medellín tan versátil y con tantas posibilidades, por qué no mostrar a una Medellín que nunca había sido vista de esa forma; por eso lo escogimos, básicamente por la inspiración de Andrés, lo que él da y lo que él genera con su perfil y sus rasgos, que son como de esa parte del mundo.  Básicamente, todo partió de eso”.

  • ¿Cómo no hacer forzado el tema oriental en esta editorial?

“Para que no se vea forzado todos los elementos tienen que estar muy bien integrados: el vestuario, el styling, el contexto y las mismas actitudes.  También es importante, a la hora de la postproducción, controlar los climas y controlar la parte estética que se le va a dar al proceso de las fotos; todos esos elementos tienen que estar muy bien integrados para que uno no vea que un elemento cobra más protagonismo que otro, que es ahí donde se podría ver forzado, cuando uno ve que todos los elementos se integran en el mismo plano, ahí se vuelve todo como más homogéneo, ya no hay elementos protagónicos, todo es un conjunto”.

  • Una vez elegidas las fotos y con el resultado listo, elija una palabra que defina esta editorial.

“Armonía”

 

Entrevista Andrés Isaza

  • Desde su perspectiva, ¿qué hace interesante a una editorial masculina?

“Ahora me parece importante tratar de explorar otras opciones…Las editoriales masculinas son interesantes, pero se vienen enmarcando siempre en lo mismo, es decir, casi todas presentan el torso desnudo del modelo, y no estoy en contra de eso, pero casi siempre se encasilla al hombre en ropa interior y jeanswear y se dejan de explorar otros estilos.  Creo que es interesante indagar en otras culturas, entonces dije estamos en Colombia y estamos regidos por ciertos estereotipos, pero podemos ir un poquito más allá, eso era lo que yo quería con esta editorial”.

  • Para esta editorial en particular, ¿cuál fue su reto como modelo?

“La idea era hacer algo diferente, algo que impactara y el reto era utilizar algunos accesorios que no son usuales en desfiles, fotografías o que quizás no usan las marcas de Medellín.  Fue tomar ese riesgo, ¿qué pasaría cuando esas fotos se lanzaran a los medios?.  La verdad, yo le tenía mucha fe a este estilo de fotografía, yo quería hacer algo que la gente viera, los impactara y dijera: “Eh, esto no lo hemos visto aquí” y creo que se logró el objetivo.

  • Esto fue un trabajo en equipo, ¿cómo se coordinaron en cuanto a la materialización de la editorial?

“En primer lugar yo tenía que buscar al diseñador, alguien que marcara la diferencia en el vestuario. Nosotros habíamos planeado que fuera algo oscuro y Juan Esteban Giraldo, estudiante de la Colegiatura, me había contado sobre su marca: Juana de Arco, de hecho, yo había desfilado para él y la marca me pareció fabulosa y siempre lo tuve en mente para una idea como esta. Cuando definimos hacer la editorial le propuse trabajar con su vestuario y él, encantado, aceptó.

Paralelo a esto mirando editoriales y viendo fotos me topé con un diseñador llamado Arjun Saluja, que me atrapó. Él es un diseñador de la India y trabaja mucho lo que yo me imaginaba, reflejar el estilo de vida de la India.  Porque nosotros estamos muy acostumbrados a pensar en los hindúes con trajes muy tradicionales, pero desconocemos que ellos están empapados del mundo de la moda y el cine.  Por eso el trabajo de este diseñador me llamó tanto la atención y eso fue lo que quise reflejar e incluir en esta editorial, sabiendo que era algo muy distinto a lo que estamos habituados a ver en Medellín”.

  • Para usted, ¿cuáles son las virtudes de Sebastián como fotógrafo?

“Lo más importante de Sebastián es que ha sido un fotógrafo arriesgado, que rompe esquemas con respecto al estilo de la fotografía que uno ve aquí.  Es un fotógrafo que no le da miedo explorar, lo conozco ya desde hace varios años y he visto toda su evolución en la fotografía. Su evolución ha sido impresionante, sobre todo lo que tiene que ver con la iluminación.  Supe de su trabajo en Argentina y la renovación de su portafolio, y yo dije: ‘cuando Sebastián vuelva a Medellín yo tengo que contactarlo porque tengo que hacer parte de ese nuevo proceso en el que está ahora’”.

  • De esta sesión, ¿cuál fue la toma sorpresa?

“Hay una de las fotos en la que yo tenía que dar un giro para que a la chaqueta que tenía se le viera la parte interna…Entonces en ese momento, surgió la idea de hacer la foto girando, para que la chaqueta se abriera y yo pienso que esa toma fue inesperada, surgió en el momento y para mí es una de las mejores tomas de la sesión”.

  • Sin duda la editorial es una reminiscencia de oriente, ¿por qué escoger este tema?

“He visto últimamente una acogida muy grande de la cultura de la India, también he visto en algunos desfiles que han incluido muchas siluetas hindúes y el tema étnico. Siento que es un tema que va a tener auge en la ciudad.  Y con respecto al vestuario, pienso que hay prendas que se pueden mezclar y esa era mi idea con la editorial, que se viera como ropa que se puede usar…Ahí, por ejemplo, fue cuando apareció la idea del turbante”.

  • ¿Cómo no hacer forzado el tema oriental en esta editorial?

“Tenía mucho que ver la actitud, que no fuera como el típico modelo posando ante la cámara, sino que se sintiera como un estilo de vida.  Íbamos a coger a un personaje que salía de un hotel o que salía de una casa antigua.  La locación fue el centro Comercial Villanueva y resultó perfecta para lo que nosotros necesitábamos.

Queríamos también que las fotos no fueran a color sino en blanco y negro para darle más sutileza, darle más seriedad, darle un estilo muy sobrio y muy elegante y destacar la silueta.  Este personaje es una especie de ejecutivo que va con su maletín, va con su turbante y se siente cómodo con las prendas que porta, no se siente extraño.  Igual la idea era que se viera algo muy natural, por eso el cuento de dejarme crecer la barba, que se reflejara un estilo de vida, no como algo que se planeó de improviso.  La idea no era posar mucho a la cámara, ni sonreír. La intención era ser un tipo desprevenido que va por la calle y de ahí surgía una fotografía”.

  • Una vez elegidas las fotos y con el resultado listo, elija una palabra que defina esta editorial.

“Esencia”

 

 

Créditos:

Fotografía: Sebastián Quintero www.sebastianquintero.com

Modelo: Andrés Isaza

Vestuario: Juan Esteban Giraldo

Locación: Centro Comercial Villanueva

Video: Videographix Comunicaciones