Nada mejor que promover un buen libro; esta vez en la Librería Nacional hallamos una publicación dedicada a una figura que durante el siglo XX le brindó a la fotografía una mirada llena de contenidos.
La experimentación unida a una particular elegancia para la composición, hicieron que el trabajo de Man Ray trascendiera del registro para convertirse en todo un lenguaje artístico. Provocadora y atractiva, su obra conjuga moda, arte, pintura e incluso imágenes movimiento; convirtiendo a Man Ray en uno de los artistas más propositivos de su época.
A Dress to Kill comparte con ustedes un libro que en sus páginas trae un fragmento memorable del arte.
Reseña oficial:
El período de Man Ray en París (1921-1940) es el más interesante de toda su obra. Allí desarrolló su arte original y allí es donde tuvo mayor resonancia. París era en aquella época un centro artístico de primer orden: el movimiento dadá, nacido en 1916 en Zúrich, se había instalado en la capital francesa, sobre todo con la llegada de Tristan Tzara. Man Ray, cuyo arte no encontraba reconocimiento en los Estados Unidos, veía en París la tierra prometida. Su amigo más próximo en los Estados Unidos era un francés, ni más ni menos que Marcel Ducamp, que lo introdujo en su círculo y le presentó a todos aquellos artistas que tendrían una influencia capital sobre su trabajo y su carrera.
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