Andrés Otálora & Yvory Atelier son dos firmas que coincidieron en Colombiamoda 2024, ambas son caleñas y representan la trayectoria de la experiencia vs el ímpetu de lo emergente.
¿Ustedes qué piensan si les menciono a la ciudad de Cali?
En mi caso, aparecen los sonidos de la salsa, la cultura del Pacífico o el legado en literatura y cine de Andrés Caicedo, Carlos Mayolo y Luis Ospina y, específicamente en moda, el nombre de Johanna Ortiz, firmas como Juan de Dios, Cala de la Cruz, Renata Lozano e Isabel Caviedes, entre muchas otras; porque sin duda, durante los últimos años el boom del diseño caleño se ha hecho sentir en Colombia y fuera del país. Justamente este artículo y podcast está dedicado a dos de los exponentes de la moda caleña que hicieron parte de las pasarelas de Colombiamoda 2024: Andrés Otálora e Yvory Atelier, lo interesante de unirlas en un mismo post es que ambas propuestas pertenecen a generaciones distintas. De un lado, está Andrés Otálora, quien fundó su firma de autor en 1992, hoy su nombre se ha consolidado en nuestro país y su mercado incluye importantes plataformas internacionales. Por su parte, Yvory Atelier es una firma de autor liderada por Javier Gómez, quien en el 2020 fundó su marca, una propuesta enmarcada en el slow fashion, es decir, no es masiva y sus prendas se venden bajo pedido. Su modelo de negocio se enfoca en el trabajo al interior de su taller, donde se elabora todo de modo cuidadoso y detallado; de hecho, para mí, Yvory Atelier se destaca por la toma de riesgos en el diseño, pero siempre con el objetivo del equilibrio de la elegancia, una especie de mix entre lo cosmopolita y lo clásico.
Andrés Otálora y su visión de la Guajira
Andrés representa la experiencia y la solidez de una marca que ha pasado por todo, incluidas varias crisis que lo han obligado a redefinir su modelo de negocio y estructura. Hoy, tiene presencia en plataformas como Moda Operandi, participa en showrooms durante la Semana de la Moda de París y gran parte de su trabajo lo exporta a mercados de Estados Unidos, Europa y Medio Oriente. Esta vez para Colombiamoda llegó de la mano de Arkitect, con quienes realizó una colección bajo el modelo de moda masiva, es decir, se salió de su segmento tradicional de autor de colecciones elaboradas en su taller, para asumir el reto de cambiar el chip y llegarle a un mercado masivo de consumidores con una propuesta a un precio más accesible, pero conservando su lenguaje. Esto implicó alinearse con el equipo del Éxito para definir los márgenes de producción de una prenda, es decir, el tope de precio que no se debe superar para la confección de un diseño, teniendo en cuenta que fueron 170 referencias, entre ropa femenina, masculina, calzado, complementos y accesorios. En total fueron sesenta y un mil prendas elaboradas para llegar con esta colección a 23 ciudades de Colombia; lo que implicó diez meses de trabajo ininterrumpido durante los cuales la comunicación fue clave para que todo saliera tal cual Andrés lo imaginaba; con el equipo de Arkitect hablaban diariamente para coordinar todos los detalles, desde la elaboración de la moldería que se realizó en el taller del diseñador en Cali, hasta la revisión de las etiquetas de las prendas, todo pasó por el visto bueno de Andrés para la producción que tuvo a cargo Arkitect.
¿Qué destaco de esta colección?, sin duda, para las seguidoras de la marca o para quienes siempre han querido una prenda de Andrés Otálora en su guardarropa, esta es la oportunidad perfecta para tenerla; pues el sello de estampación del diseñador está ahí plasmado, las siluetas son diversas y la gama de color fue precisa, alineada a la temática que envolvía la historia: un atardecer en la Guajira. Un dato importante en esta colección es que, por primera vez, el diseñador incursionó en el diseño de algunas prendas masculinas. En el capítulo de podcast, Andrés nos cuenta muchos más insights sobre la colección, cómo fue la elección de la locación para la pasarela, las peripecias que todo el equipo de producción sorteó para su montaje y cómo es su día a día con su equipo de trabajo. Los invito a escucharla, aquí: De Cali con Amor…
Yvory Atelier y sus Campos de Color
La verdad me emocionó mucho ver en vivo la pasarela de Yvory Atelier, da gusto conocer firmas que propositivas que, además, toman riesgos. Yvory Atelier tuvo su debut en Colombiamoda en la franja de Non Stop, de hecho, para mí, Non Stop fue el espacio más interesante en términos de moda durante La Feria. Lo que está claro es que Javier Gómez con su firma nos demostró cómo una marca emergente puede tener el encanto de pensarse fuera de caja, creando un lenguaje en el que repito, no le teme a correr riesgos a la hora de incluir recursos de ornamentación, exploración de siluetas, confección o estilo; sin duda, estos son aspectos que en términos de moda revitalizan, emocionan y se agradecen en la moda colombiana y, mucho más durante una feria que resultó plana en ese sentido, pues las propuestas comerciales dominaron la escena y le restaron a la moda, porque todo hay que decirlo, aunque sobre esto dedicaré una reflexión más extensa en otro podcast y artículo. Por ahora, les digo con seguridad que tengan en el radar a Javier Gómez y su firma Yvory Atelier, porque tiene todo para brillar, de hecho, ya lo está haciendo.
¿Qué destaco de su colección? Para mi esta pasarela estuvo llena de sorpresas, pues en varias piezas el contraste de volúmenes en mangas, los ruches sobredimensionados, el juego de los volúmenes, las texturas con brillo, la mezcla del blanco y el negro, me remitieron a cierto halo ochentero refinado, en el que el exceso de los recursos fueron más que atinados y bien ejecutados. Para conocer más de esta propuesta los invito a escuchar la conversación con Javier aquí: De Cali con Amor…
Escucha la conversación que dio origen a este artículo en mi podcast: A Dress to Kill by Maria Teresa Mesa