Al darle una mirada a Cali Exposhow, nos encontramos con una feria que en términos comerciales presenta un panorama en el que el mercado estético y de belleza tiene un porcentaje bastante alto. En contraste, la oferta de moda en los stands cada año es más austera y deficiente con respecto no sólo a la cantidad, sino también, a la calidad e innovación de los productos. Circunstancia que este año llevó a los organizadores del evento a fortalecer el contenido de moda de la feria través de alianzas con instituciones académicas, como es el caso de la Universidad San Buenaventura de Cali y su programa de Diseño de Vestuario; fue así como en un espacio alterno al Centro de Eventos, se exhibieron los resultados de una serie de investigaciones relacionadas con el vestuario.
De igual forma, por primera vez, se realizó un intercambio con ferias de moda latinoamericanas; los diseñadores Mathías Hernán de Chile y Yirko Sivirich de Perú, fueron invitados a participar en Cali Exposhow; y a su vez, dos diseñadores colombianos visitarán las ferias más relevantes de cada uno de estos países. De hecho, como parte de este acuerdo, Maria Elena Villamil presentó el pasado 8 de noviembre en el Santigo Fashion Week su más reciente colección. Estas dos estrategias sumadas al concurso de Hilando Talentos, convocatoria de la que ya hemos hablado en otros posts, fue un interesante acercamiento al contenido que en moda puede ofrecer la feria. Pues está claro que existe una distancia amplia entre lo que mediáticamente Cali Exposhow promueve como evento y lo que un visitante interesado en moda se encuentra, ya que hasta este año el tema estaba, prácticamente, restringido a las pasarelas.
Es importante que Fenalco, institución organizadora del evento, no sólo se haya replanteado los contenidos relacionados a la moda que la feria genera, sino además, que para futuras ediciones los fortalezca. Ésta, sin duda, es una nueva ruta de trabajo por colonizar.
Ahora bien, el tema de las pasarelas ha venido ganando en cuanto a la curaduría de las marcas y diseñadores asistentes. Prueba de ello es la presencia en varias oportunidades de Jorge Duque, quien gracias a un trabajo serio y constante ha sabido ganarse un lugar en la moda nacional y saber entender cómo hacer sinergia en otros países, especialmente, en México.
Es loable que un diseñador como Pascal Decaillet con su firma Kolt tenga visibilidad en esta feria, pues su propuesta de moda masculina es para mí refrescante y clara. Una agradable unión entre la elegancia y la irreverencia moderna a la que el hombre de hoy puede acceder en moda.
Se mantienen diseñadores con sellos establecidos como Carolina Sepúlveda y Ricardo Pava; éste último, presentó una colección con una alta carga de información deportiva en la que las grafías fueron relevantes.
El tema de las pasarelas internacionales, sin duda, esta por revisarse y más si se trata de firmas que traen retrospectivas desordenadas o en el peor de los casos, grandes nombres que quedan desdibujados sobre la pasarela. ¿Acaso no asumen la invitación con la suficiente seriedad? o quizás, ya es tiempo de revaluar esta inversión y decidir fortalecer el tema de moda del evento con más estrategias como las que he mencionado en este artículo. Un buen ejemplo en ese sentido lo brindó este año Colombiamoda, que inauguró la feria con un impecable desfile de un diseñador nacional, hecho que fue bien recibido y de paso, envió un mensaje de apoyo y credibilidad al talento colombiano.
Esperemos entonces que para una nueva versión, Cali Exposhow enfatice el camino de las renovaciones asertivas, que no sólo fortalezcan al evento, sino también a la industria moda nacional.