Tal y como lo acordaron la noche anterior, el grupo llegó a la hora exacta al punto de encuentro. Allí, empacaron las provisiones, tomaron sus bicicletas e iniciaron la marcha hacia el sur de la ciudad. Una hora después, arribaron al lote; el mismo que quince días atrás habían elegido. Se trataba de un terreno agreste y gris. El abandono de tantos años era evidente, y la ausencia de vida lo convertía en un espacio ideal para sus propósitos. Abrieron sus morrales, sacaron las latas de grafitis y las bombas que habían preparado cuidadosamente. Con rapidez, rodearon el lugar, y en medio de la oscuridad empezaron la misión: sembrar.

Sí, sembrar con bombas de semillas y dejar mensajes escritos con musgo. Contrario a lo que esta avanzada pareciera, el objetivo no contemplaba intimidar o aterrorizar a su paso. Su idea subversiva está envuelta de esperanza y vida, esa vida que se manifiesta gracias a la siembra de semillas en lugares desolados. En esta misión, el tiempo es crucial, de ahí que las bombas jueguen un papel fundamental, pues con ellas se esparcen las semillas para que éstas caigan en diferentes terrenos, donde muchas germinan y los lotes o edificios vacíos adquieran de este modo, nuevos rasgos, en los que la vida sobresale.

Al mejor estilo de una historia en la que los valores se invierten, un ejercicio como sembrar y poblar de vegetación unos terrenos áridos, pareciera salido del guion de una película en la que sembrar fuese un acto al margen de la ley. Una realidad para nada alejada de la que vivimos hoy…

Circular, con el diseñador Camilo Álvarez a la cabeza,  trae esta paradoja para su más reciente colección, y la Jardinería de Guerrilla -movimiento que se gestara en los años 70, y que emerge con fuerza en los 90- es el referente principal para el diseño y la conceptualización de su nueva campaña. Siembra es el nombre elegido, sin duda, un homenaje a nuestros campesinos; una crítica directa a las diferentes políticas, que actualmente se imponen en Colombia y el mundo en relación con el medio ambiente; un verdadero espaldarazo a los ecologistas y un replanteamiento de lo que entendemos por revolución, rebeldía y subversión.

Al hacer uso de su lenguaje: el vestuario; Circular nos presenta una colección en la que las camisetas son la prenda estrella, pues la carga gráfica que las acompaña está cuidadosamente pensada. Sin excesos y sobre una paleta de colores funcionales y modernos, el mensaje es transmitido mediante las ilustraciones de plantas, semillas y herramientas que sobresalen con armonía.  Dibujos hechos con una carga “subversiva”, según la concepción más limpia de esta palabra: trastocar las convenciones sociales o morales, que traen consigo revoluciones que cambian de manera positiva la mirada y el actuar de muchos.  En este caso, Siembra nos invita a replantearnos lo que ocurre en nuestro entorno y nos propone lucir una colección actual, disfrutar una campaña fotográfica bien construida, románticamente contada; pero además, bellamente pensada.

Lo que hace Circular con Siembra es extender una invitación a lucir y vivir una revolución con clase, en la que el valor por la tierra es el principio que se lleva puesto en una camiseta.

Créditos:

Fotografía: ESTUDIO SILVA/MORENO – @silvamorenophoto  FB: Silva/Moreno

Dirección de Arte: Juan Camilo Ríos

Maquillaje: Paula Andrea Restrepo

Modelo: Nathan Maligne We are Models

Diseño: Circular –  www.circularcircularcircular.com  @circular_sf  FB: Circular