En A Dress to Kill también versionamos la moda y para ello la ilustración es una de nuestras herramientas, después de todo, antes de la llegada de la fotografía a las revistas, suplementos o folletos de moda; esta se publicitaba gracias a la destreza de grandes ilustradores que se encargaban de dibujar cuidadosamente trajes y accesorios, mientras daban a conocer estilos de vida que detallaban en las diferentes escenas que dibujaban.
En esta primera entrega les presentamos un múltiple homenaje, en el que sobresale el nombre de Corinne Day. Fotógrafa inglesa (1965 – 2010) cuya mirada introdujo al mundo de la moda un tono documental cuyos protagonistas, en su mayoría, eran personajes cercanos a ella, a quienes fotografiaba en sus propios espacios. Su trabajo llama la atención en medio de una lluvia de críticas, pues sus retratos develan la atmosfera grunge que predominó durante los años noventa. De allí, surge una joven Kate Moss, antítesis de la mujer exuberante que reinaba por aquellos días. Moss llena los encuadres de Corinne con su delgadez y simpleza; el desenfado, la naturalidad y la evidente vulnerabilidad de la famélica chica superan el señalamiento moralista, su figura y su halo se imponen para convertirla en un nuevo paradigma de belleza.
A Corinne gracias por retratar la cotidianidad que la rodeó, por mirar de frente al grunge y despojar a la fotografía de moda de cierta rigidez. Gracias por presentarle a la moda a Kate Moss y toda su gracia. A Kate gracias por adorar al rock y a los rockeros, por sublevar la sensualidad y llevarla a una expresión estética libre de efectos.
4 fotografías de Corinne Day sobre Kate Moss versionadas por m . a . noregna para A Dress to Kill.